lunes, 21 de abril de 2008

EL ÓPTIMO DE PARETO

Enviado por el alumno Ramiro Salas R.
RESUMEN
El Concepto de “óptimo de Pareto” es hoy ampliamente utilizado, por economistas políticos y sociólogos, en este ensayo se analizan algunas de las opiniones más frecuentes respecto a los aportes realizados por Vilfredo Pareto (1848-1923), italiano, ingeniero, que fue profesor de economía y luego sociólogo, que participó activamente en política. Y que hoy en día continúa teniendo partidarios y detractores.


INTRODUCCIÓN
Muchos al leer documentos de política, sociología, o economía se habrán encontrado con el termino “óptimo de Pareto”, llama la atención, que las opiniones respecto este análisis son bastante marcadas. Este sociólogo y economista italiano es conocido también por su teoría de “circulación de las élites”

Haciendo historia respecto al escenario donde le tocó vivir a Pareto se puede señalar que; “el pensamiento liberal en su vertiente utilitarista clásica suponía que, partiendo de un postulado de individualismo hedonista, el bienestar máximo de la colectividad, el estado más deseable para la sociedad en conjunto o la función de utilidad social (para utilizar la nomenclatura contemporánea), podía establecerse como la sumatoria de los coeficientes de satisfacción de cada uno de los individuos que componen el grupo. Esta fórmula, que en términos de Bentham precisa al interés general como consistente en la felicidad del mayor número posible, ha sido atacada por sus graves implicaciones. En tanto ética social, es posible argumentar desde aquélla un orden donde la satisfacción de unos pocos justifica la opresión de la mayoría, en tanto una sumatoria admite que el total de satisfacción de un ordenamiento tal sea mayor que el de una sociedad más igualitaria. (Kitzberger:1999)


DESARROLLO DEL TEMA
Me llamó la atención un párrafo de la lectura “Política y políticas públicas”, que cito a continuación. “Según el óptimo de Pareto, el único criterio de mejoría social es que una situación alternativa sería mejor si el cambio aumentara la utilidad de algunos sin disminuir la de otros. Las críticas al utilitarismo se canalizaron, sin embargo, hacia el hecho de que las comparaciones interpersonales de utilidad no tienen bases científicas” (Lahera,2004).

Lo que cave preguntarse es si Vilfredo Pareto dijo esto, y si fue así, en que contexto lo dijo. Se suele recurrir a la eficiencia de Pareto desde la perspectiva de la economía donde no es posible introducir una mejora en el bienestar de un grupo de personas, sin deteriorar el de otros. Es decir, que una mejora parietiana debe conseguir un apoyo unánime de la clase política. No recuerdo ningún caso donde esta situación se haya dado. Por lo general se puede apreciar a los parlamentarios en reñidas votaciones, donde pugnan los grupos de poder, por llevar adelante sus respectivas demandas.

Me resulta curioso considerar a Pareto como un utilitarista propiamente tal, el utilitarismo fue fundado por el filósofo británico Jeremy Bentham (1748-1832). El fue quien introdujo la relación entre el nivel de satisfacción obtenido y la cantidad consumida de un determinado bien. Con gran influencia en la economía actual y cuyo concepto fundamental se basa en la utilidad marginal. Sin embargo, Pareto “Fue el primer economista en distinguir claramente entre los conceptos de utilidad cardinal y ordinal, y negó la aplicabilidad del primero. Una vez abandonada la noción de utilidad cardinal, resulta evidente que desaparece la posibilidad de realizar comparaciones interpersonales de utilidad”. (Screpanti y Zamagni :1997)

Pareto expande la teoría del equilibrio general, probablemente por su formación de ingeniería, el rechazó las implicaciones utilitarístas del análisis de la utilidad cardinal, incluso propuso eliminar la palabra utilidad, reemplazándola por la palabra ofelimidad, neologismo derivado del griego que denota satisfacción a través de los bienes. “Diremos que los miembros de una colectividad gozan, en una cierta posición, de un máximo de ofelimidad [utilidad], cuando es imposible alejarse mínimamente de esa posición, de tal modo que la ofelimidad [utilidad] de la que gozan cada uno de los miembros de esa colectividad aumente o disminuya (Pareto: 1927) citado por (Kitzberger, 1999).

Profundicemos en lo que escribió Pareto, quizá él pueda defenderse por si mismo. “Cuando la colectividad está en un punto Q, del que puede alejarse beneficiando a todos los individuos, procurando a todos mayor disfrute, es manifiesto que, bajo el aspecto económico, conviene no detenerse en tal punto, sino seguir alejándose de él hasta que se beneficien todos. Cuando se llega a un punto P donde esto ya no es posible, es preciso, para detenerse o para proseguir, recurrir a otras consideraciones ajenas a la Economía; es decir, es preciso decidir, mediante consideraciones de utilidad social, éticas u otras cualesquiera, a qué individuos es conveniente sacrificar beneficiando a los otros. Bajo el aspecto exclusivamente económico, una vez llegada la colectividad a un punto P, conviene que se detenga” (Pareto: 1988 citado por Kitzberger: 1999).

Citaré a (Diaz: 2002) para ejemplificar alguna de las crítica más comunes a Vilfredo Pareto “Por ejemplo, una pequeña comunidad feudal, donde solamente un individuo (el noble) disfrutara de todos los derechos y los recursos y todos los demás fueran sus vasallos viviendo en situación de pobreza) no se podría cambiar bajo el criterio de Pareto, ya que el noble se opondría” más adelante señala. “Incluso una sociedad que se encontrara por debajo y bastante lejos de su Frontera de Posibilidades de Producción tendría dificultades en avanzar sin que nadie saliera perjudicado en ningún momento. De modo que, bajo el criterio de Pareto, estaría condenada al subdesarrollo.”

Señalaré con respecto al ejemplo, que se toma una situación límite, en la cual la inequidad no tiene relación alguna con algún economista, fundamentalmente ya que, para que exista economía debe existir intercambio de bienes y servicios, si una persona posee todos los bienes no hay intercambio posible.

El óptimo de Pareto se plantea como una serie de intercambios donde las personas tratan de maximizar su utilidad, lo cual claramente no es el caso planteado. Respecto al planteamiento de una sociedad que se encuentre bajo su frontera de posibilidades de producción, no resiste mucho análisis visualizar que no se encuentra en una situación de óptimo de Pareto. Por lo tanto, existen muchas posibilidades de intercambio.

Otra observación empírica que hizo Pareto fue que la distribución de la riqueza en todos los países estudiados, tenía una estructura piramidal.Lo que se traduce como que pocos poseían mucha riqueza y muchos eran pobres. Incluso estableció un concepto que sigue vigente hoy en día, el famoso 20% de las personas en la parte más alta de la pirámide, representa el 80% de la riqueza. Hoy se usa mucho en mercadotecnia, donde el 20 % de los clientes de una empresa realizan el 80% de las compras. Esta desigual distribución de la riqueza lo llevó a afirmar que esto permanecería así a través del tiempo, dada la heterogeneidad natural de los componentes de una sociedad, pero con la salvedad que existe movilidad social en sentido vertical de la pirámide, lo que llamó “movilidad de la élites”. Debo reconocer que 100 años después esta afirmación sigue vigente y que el ascenso dentro de la pirámide se debe preferentemente al rol fundamental que ocupa la educación.

Por un lado podemos encontrar los seguidores de Pareto, aquellos que tratan de encontrar un óptimo, pero no con un fin perfeccionista, sino a la luz de la escasez de los recursos, cito el caso del petróleo, de los cereales, la vivienda, la educación y tantos otros. Pero también tenemos a sus detractores que asumen parámetros éticos para analizar el óptimo paretario.

La pregunta que me planteo a continuación es ¿cuál es la utilidad del óptimo de Pareto?, lo cual voy a enfrentar desde dos puntos de vista el primero desde el punto de vista de la economía y el otro desde el punto de vista social.

Desde el punto de vista de la economía la búsqueda de la eficiencia, de la rentabilidad y la optimización son casi una obsesión, que tiene su origen en la escasez de los recursos. Por lo tanto buscar el óptimo en satisfacción de los consumidores o de las personas es sumamente tentador y ha llevado a muchos economistas a desarrollar sus estudios en esta materia. Referente a la metodología aplicada por Pareto y sus seguidores, da como resultado una frontera de soluciones o dicho de otra forma a infinitas soluciones frente al problema de la maximización de la utilidad, es lógico pensar, que frente a un abanico de soluciones voy a promover y fomentar aquella que beneficie a la mayor cantidad de personas. El otro punto que hay que considerar, es bajo las condiciones actuales de la economía y con las prácticamente infinitas posibilidades de transacciones existentes, entre las personas de un mismo país y con las posibilidades actuales de comercializar bienes y servicios al resto del mundo. Esta condición nos da como resultado, que no se llega nunca a un óptimo de Pareto, sino que sólo se tiende a el. Lo otro a considerar es que las representaciones que se han hecho del modelo son preferentemente usando una o dos variables para simplificar la explicación y poder representar gráficamente el modelo. Lo que no ocurre en la realidad donde los parámetros son casi infinitos.

Desde el punto de vista social, me gustaría rescatar el concepto de que cuando llegamos al óptimo de Pareto Una situación es preferible a otra, si y solo si, todos los individuos la prefieren y ninguno se encuentra en una situación peor. Y hago énfasis en que todos los individuos la prefieren, ya que si uno es perjudicado se pierde el carácter de optimización. Es lógico pensar que el gobierno a través de sus políticas públicas debe velar por el bien común, sin embargo los derechos individuales están garantizados en la constitución y cuando el gobierno vela por los derechos individuales se fortalece la sociedad entera. Por citar algunos casos el respeto a las minorías étnicas, el respeto a las minorías religiosas, a las minorías políticas, etc. Constituye uno de los pilares de nuestra sociedad.

Referente a la utilidad paretiana se debe hacer énfasis en su calidad ordinal y no cardinal, como existía hasta la aparición de este economista y sociólogo, esto quiere decir que antes de Pareto los economistas trataron de estandarizar las utilidades en términos numéricos, en contraparte Pareto les dio un valor ordinal, por lo tanto subjetivo y personal. Lo cual refuerza la idea de individualidad y que las personas asignan valores diferentes a los bienes y servicios. Es por esto que un gobierno debe estar preparado para dar los espacios donde el estado o las empresas privadas puedan satisfacer las necesidades individuales y de su conjunto.



CONCLUSIONES

- El término “óptimo de Pareto”, ha ido adquiriendo un significado que se ha alejado de su sentido original.

- El “óptimo de Pareto” a contribuido al análisis teórico es distintas disciplinas del área social, sin embrago se debe considerar como un eslabón en la historia del pensamiento y no como revolución teórica.

- El debate con respecto al “óptimo de Pareto” se ha centrado principalmente en relacionar utilidad con principios éticos.

- Personalmente pienso que Vilfredo Pareto debe ser recordado además por sus otras contribuciones teóricas tales como la movilidad de las élites o su aporte a la sociología.


BIBLIOGRAFIA

Díaz P., José Manuel Evaluación de la equidad y efectos distributivos de las políticas públicas*
VII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, Lisboa, Portugal, 8-11 Oct. 2002

Kitzberger, Philip Eficiencia, justicia y política en el sentido de Pareto, Boletín de la Sociedad Argentina de Análisis Político, otoño 1999, año 5, nro. 8, Buenos Aires.
Lahera, Eugenio Política y políticas públicas. Naciones Unidas, Santiago de Chile, 2004

Screpanti, Ernesto y Zamagni, Stefano Panorama de historia del pensamiento económico. Editorial Ariel, S.A. Barcelona, 1997